El revuelo generado el año pasado en Cáceres en torno a la terraza de verano instalada en el ferial por cinco empresarios terminó en los tribunales. Después de prestar declaración el alcalde y el concejal de Juventud por la querella presentada contra ellos por varios hosteleros, que acusaban a Saponi y a Castellano de prevaricación y malversación de fondos públicos, el fiscal ha pedido el sobreseimiento provisional del caso, que podría reabrirse si se presentan nuevas pruebas o testimonios. A la espera de lo que dictamine la juez que lleva el caso, lo cierto es que el verano está muy cerca y hay que afrontar nuevamente el tema del ferial. La alternativa, aplaudida por la mayoría de los cacereños porque sacó la movida del casco urbano, no es mala, aunque en esta ocasión habrá que elaborar un pliego de condiciones de cesión del suelo público al que puedan concurrir cuantos empresarios lo deseen.

La iniciativa de la terraza de verano, adoptada apresuradamente para poder cumplir la Ley de Ocio, es quizás una buena alternativa para las tórridas noches de estío, pero urge que empresarios y ayuntamiento se sienten a negociar la fórmula para que no vuelvan a repetirse los errores del pasado.