Thomas Brooman vive "infectado" de música desde que fue a los diez años a su primer concierto y a los 14 al segundo, donde pudo escuchar a Pink Floyd y The Move, entre otros grupos. "Posiblemente mi entusiasmo por la buena música proceda de aquellos años" , declaró en una ocasión.

A principios de los años 80, Brooman era ya un joven apasionado por la música de Africa y discutía en Bristol, su ciudad natal, con sus amigos (Peter Gabriel entre ellos), cómo introducirla en Europa. Fue la semilla del Womad, que crearon en 1982 en Shepton Mallet.

Desde entonces, por sus manos ha pasado más de 140 festivales ligados a este sello, incluido el de Cáceres. Brooman exulta buen humor y buena música. Durante estos días se enfunda además el traje de músico (DJ Desperado) y se integra en el festival que sostiene artísticamente.

No es la primera vez que lo hace. Ya actuó en la edición del 2000 con el nombre de DJ TB, de manera que quienes le escuchen ahora encontrarán un repertorio de lo que representa la world music . "Creo que el Womad ha influido en la manera en que se ha desarrollado la música del mundo" , ha declarado. Y sobre Cáceres ha trabajado estos años para convertirla en protagonista de este influjo.

L. BARRERA