Hay demasiada oscuridad, vacío e insatisfacción en este mundo. He viajado por muchos países y he encontrado a la humanidad muy herida: enfermos mal cuidados, ancianos abandonados, mujeres maltratadas. Encontré tribunales corruptos y fraudulentos regidos por aquellos que debieran administrar la justicia. Amigos me contaron como remataban sus bienes precipitadamente. Más allá de la ley estaba ´Don Dinero´. Por todos los sitios sobreabundan los crímenes, la guerra, el odio, los rencores, la venganza, la violencia, la lujuria, el egoísmo, la soberbia, el orgullo y toda clase de tiburones que matan. Se burla de los sentimientos de los hombres simples, tal como el gato se burla del ratón. Termino de venir de Bosnia. Allí se palpan gérmenes de guerra entre servios y croatas. Se derramó demasiada sangre... Entre los que tienen el poder y la riqueza reina la vanidad, la falsedad y la hipocresía. También en la pobreza encontré tugurios miserables donde habita el miedo, la ignorancia y la cobardía. Escuché a conferenciantes. Quise hallar en sus promesas melodías y encontré discursos descafeinados. Sus voces eran menos solemnes que el croar de los sapos en una noche clara de verano. He aprendido que el error y la mentira llenan la vida siendo para muchos como un almodón tan blando y agradable como puede serlo la verdad. Muchos duermen plácidamente y al despertar se dedican a hacer proyectos sobre el papel de la vida emborronado de errores. El resultado... una vida de disparates.