TCtobardes y valientes, listos y bobos de solemnidad, prepotentes y rencorosos, no está mal la opinión que los políticos tienen de ellos mismos, de sus contrarios. Pero para cuándo la coherencia, la responsabilidad, la obligación que tienen de que los españoles --todos-- vivan mejor. La legislatura comenzó mal: votamos entre lágrimas en urnas que contenían el recuerdo vivo de cadáveres destrozados. Nuestro dolor duró mucho; el suyo se diluyó enseguida entre insultos, acusaciones, rabietas y triunfalismos.

Una tragedia como la del 11-M no puede cerrarse con una comisión donde brilló más el interés de los partidos que el deseo de la verdad. Pero así ocurrió y a partir de ahí el desencuentro total y absoluto, el distanciamiento en las cosas fundamentales entre los dos partidos mayoritarios con mutuas acusaciones infantiles cuando la sociedad les pide cuentas: él empezó dicen los dos. Y así no vamos a ninguna parte.

Es cierto que este PSOE ha hecho cosas --y las sigue haciendo-- que no se comprenden fácilmente y que nada tienen que ver con la universalidad de lo que entendemos como izquierda ; también es cierto que la cerrazón del último Aznar y el desencanto del primer Rajoy llevaron al PP de la oposición a un enrocamiento del todo innecesario. La pregunta es ¿y ahora qué?

Y la respuesta que nos dan no puede ser más desesperanzadora: ahora el insulto, la negación absoluta, la frase que sirve para un titular pero que es inútil para reconducir a un país con muchas sombras. El Gobierno debería saber que no puede decidir contra diez millones de españoles que representa el PP y que es falso el aislamiento que pretenden vendernos a los medios de un partido que se queda solo en las votaciones. Y el PP debería aceptar la situación y colaborar --oponiéndose si quiere-- pero de forma activa/constructiva y no limitarse a esperar en la puerta de su sede a que lleguen las próximas elecciones.

Creo que los socialistas se están equivocando mucho en muchas cosas y tendrán que pagar más pronto que tarde unos errores que nadie les ha pedido. Pero eso no justifica la espera pasiva del PP. O arrimamos todos el hombro, o este invento se sale de madre.

*Periodista