Durante los últimos meses hemos escuchado, de modo casi permanente, declaraciones de dirigentes de la derecha extremeña en las que ofrecen una valoración negativa de los acuerdos y medidas que está llevando a cabo el Gobierno regional y que cuentan con el apoyo de los agentes económicos y sociales de la región. Dar la espalda a la situación económica sería una irresponsabilidad que no vamos a cometer, pero igualmente irresponsable es magnificar esa situación, desmoralizar a la sociedad y lanzar mensajes catastróficos y pesimistas.

Los socialistas no compartimos esta visión catastrofista que se ha convertido en la tónica habitual de la derecha desde el inicio de la legislatura; muy al contrario, apoyamos las medidas que se están acordando y que están dirigidas precisamente a los sectores colectivos y laborales más perjudicados por la actual coyuntura. Entendemos que nuestro apoyo en la Asamblea a los acuerdos que se están llevando a cabo por el Ejecutivo regional y los Agentes Sociales y Económicos, es una buena actitud política y un instrumento imprescindible para afrontar, desde el diálogo, la situación económica.

XEN ESTEx sentido, hemos de destacar dos grandes acuerdos que recientemente se han firmado en la región y que favorecen y posibilitan políticas que están relacionadas directamente con los colectivos más desfavorecidos y, en especial, con los jóvenes y con las mujeres: el Plan de Fomento y Calidad del Empleo y el Acuerdo Marco para el Desarrollo Económico y Empresarial.

Reconocer la situación de desaceleración económica, es poner de manifiesto que estamos preocupados y ocupados en poner medidas que le hagan frente y que palien la incertidumbre de sus resultados y las consecuencias que pueda llegar a tener.

Somos conscientes de la enorme tarea que hemos de afrontar. Lo sabemos y por ello defendemos las medidas de apoyo a la creación y fomento del empleo indefinido que favorecen políticas de cohesión y de desarrollo económico y que conforman un marco en el que pueda primar el empleo de calidad. Medidas como un plan de ayudas que eleven hasta 9.000 euros los ingresos por trabajador contratado con el objetivo de colaborar con la empleabilidad de los colectivos con más dificultades en la inserción laboral: los jóvenes y las mujeres.

Durante la vigencia del V Plan de Empleo, dos de los principales indicadores de nuestro mercado laboral (según la Encuesta de Población Activa en medias anuales) fueron el aumento de la tasa de ocupación de la mujer, que pasó del 36,6% al 44,9% y el descenso de la tasa de paro, que se redujo desde el 27,43%, que marcaba al inicio del Plan, hasta el 18,96%. Los datos de la Encuesta de Coyuntura Laboral del mismo periodo refrendan que el comportamiento del mercado laboral en el ámbito de la mujer fue muy positivo en la región y ponen el acento en la necesidad de seguir apostando por implementar políticas de apoyo como las aprobadas en el contexto del diálogo social.

Se puede destacar, por tanto, la importancia creciente de la incorporación de la mujer al mercado laboral y su contribución al desarrollo económico y social de la región, más aún porque ha supuesto una batalla legal y un esfuerzo personal extraordinarios.

Estas medidas se han desarrollado en un marco de diálogo y de consenso, con una firme voluntad y un compromiso de establecer estrategias dirigidas al crecimiento, a la calidad del empleo y a la incorporación al mercado laboral de los colectivos más desfavorecidos. Todo ello, con el firme propósito de introducir cambios decisivos en el mercado de trabajo regional y encaminar éste hacia un modelo productivo basado en la competitividad, el empleo estable y la cohesión social. Esos son los principales argumentos y las principales medidas contempladas en el Plan de Fomento y Calidad del Empleo de Extremadura.

Corren tiempos de cierta dificultad, en los que el valor de la política debería ser el referente para buscar una oportunidad para el consenso. Mucho hemos cambiado en estos últimos años. Lo que tenemos que hacer, debemos seguir haciéndolo con el concurso de todos: de cada ciudadano en su vida diaria, de los empresarios y los trabajadores, de las instituciones y de los que, hoy hace poco más de un año, fueron puestos en el lugar que les correspondía, nada más y nada menos, que por la voz de los ciudadanos.

*Diputado del Grupo Parlamentario

Socialista de la Asamblea de Extremadura.