Me parece que la clave está en ponerse en lugar del otro. Si yo viviera en Birmania en estos momentos agradecería de todo corazón que alguien me ayudara. Un poco de agua potable, una manta seca, unas medicinas, tomar algo caliente. Estas y otras son las necesidades que las ONG pueden aportar cuando sucede una catástrofe.

Pero sin nosotros, los voluntarios, los donantes, no pueden ponerse en marcha. Por eso es tiempo de solidaridad, de colaborar con nuestra aportación. Que no nos detengan las falsas razones. Sí, alguna vez ha habido errores en las ONG, pero ahora es tiempo de solidaridad.

Otra forma de colaborar es señalando en la declaración de la Renta las dos casillas, la de la Iglesia católica, porque así aportamos dinero a Cáritas que es una ONG muy cercana en nuestros barrios, y a otros fines de interés social para las demás ONG.

No te quedes parado. Hay un tiempo para cada cosa y ahora es tiempo de solidaridad.

Angel Medina Alonso **

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