TNtadie duda a estas alturas de legislatura que corren tiempos de cambio en España. Está claro que ahora todo el mundo debate, tiene opinión y la expresa, algunos como siempre sin argumentos y con muy malas maneras políticas y otros, los más, generando ideas, propuestas y soluciones imaginativas. Voy a poner dos casos concretos que están hoy muy de moda: el primero referente al matrimonio entre homosexuales, donde algunos tratan a estas personas como bichos raros de la naturaleza y no deberían tener los mismos derechos que el resto. Donde la Iglesia llama a una revuelta civil contra su matrimonio y personas, como el alcalde de Valladolid del PP, dicen que harán objeción de conciencia para negarse a casarlos. Y me pregunto: ¿los homosexuales pueden hacer objeción de conciencia para no pagar impuestos que luego sirven para arreglar tejados de catedrales o retablos de iglesias?, o ¿se pueden negar a pagar los impuestos de circulación o de basuras de Valladolid porque su conciencia les dicta no mantener a un inconsciente al mando del ayuntamiento?

Otro caso de debate público es la propuesta de mini pisos de la ministra Trujillo . Creo que buscar soluciones al problema de la vivienda abaratando suelo, abaratando costes y reduciendo metros, es intentar generar ideas que lleven a soluciones prácticas. Yo personalmente creo que la idea de mini pisos debe servir para ciertas personas en una situación social concreta, es decir, gente joven, estudiantes, personas con pocos recursos económicos y como solución transitoria en una época de la vida de las personas. Pero se me plantean interrogantes, aún por resolver, como el diseño de esos barrios de mini pisos, de gestión de recursos urbanos, de diseño de las propias ciudades al aparecer una mayor concentración de personas en menos espacios. Y ya vale de demagogia, porque que se sepa la mayoría de los estudiantes universitarios han vivido en colegios mayores o residencias universitarias con habitaciones de 10 m. Y la dignidad no está en los metros cuadrados, está en tener 25 años, la carrera acabada, tu primer trabajo y tener que llevarte la novia a casa de tus padres, a la habitación que compartes con tu hermano el pequeño. No es indigno vivir en 30 m, lo que es indigno es tener un piso privado de más de 500 m, como tiene Eduardo Zaplana , o que existan mansiones de 1.000 m, con piscina climatizada y pabellón de invitados.

Sobre estas y otras cuestiones, se habla, se discute, se escucha, se dialoga... las cosas han cambiado, antes te llevaban a una guerra ilegal, porque había armas de destrucción masiva, que por cierto ya sabemos que no las había, y nadie podía hacer nada.

Estaría bien debatir sobre quién y cómo nos mintieron con esa patraña.

*Senador