WEwn el momento en que el Ministerio de Economía encara el debate sobre la nueva financiación, pone sobre la mesa su punto de partida: las autonomías ya reciben más dinero del que precisan para prestar sus servicios básicos. Extremadura, según el informe ministerial, estaría financiada en exceso, cifrando la demasía en 258 millones de euros.Dice que el modelo que se aplica desde el año 2002 ha resultado ser más generoso de lo previsto a causa del incremento de población y la evolución del IPC. Pero la postura de Economía es sesgada: el cálculo no contempla ni que las necesidades de la población crecen junto a su nivel de vida, ni que el aumento de inmigrantes no puede ser tratado de manera uniforme en los gastos de sanidad y educación. Eso es, por lo menos, lo que se hace en los países con tradición de financiación compartida.

El reconocido prestigio del vicepresidente Solbes queda dañado con este trabajo teórico sobre los gastos sociales. Por otra parte, tampoco tiene ya sentido que España carezca todavía hoy de un patrón contable y fiscal contrastado. Y más cuando ello, además de abonar mil infundadas controversias, luego lo utiliza el Gobierno central para iniciar sesgadamente su negociación con las autonomías.