Médico

En los últimos días, el PP placentino está que arde. El actual alcalde, José Luis Díaz, no ha sido nominado por el comité regional del partido para encabezar la lista a los comicios de mayo y designa a la actual responsable del área de Urbanismo, sin duda valorando sus méritos y presiento que para contrarrestar el efecto de una candidata, también femenina, que presentan los socialistas. Piensa Díaz que todo es una trama urdida por la actual dirección provincial del partido, cosa que tiene su lógica, al haber presentado en el último congreso lista alternativa.

Amenaza con recurrir a los juzgados; se nota el asesoramiento de históricos y advenedizos discrepantes y acudir a las elecciones con una lista independiente que, sin duda, puede hacer daño al PP.

Arremete contra la nominada por traición, por no haber nacido en Plasencia y no estar empadronada; no llevar flores a María y con discurso localista fácil, le ha faltado recordar a doña Juana la Beltraneja para liberarse del poder de Cáceres y hacer el cantón independiente del norte.

Es evidente que, aun siendo la intención buena, la dirección del partido ha cometido un grave error político, tanto en las formas como en el fondo y, como diría don Manuel: estos chicos no acaban de aprender.

Bueno, el daño está hecho y habrá responsables que seguirán en la poltrona rascándose el bimbollo , cometiéndose tropelías y desaguisados como el presente.

Mientras tanto, la máxima responsable de todo el embrollo, la señora diputada, amiga de la esposa del jefe, la que desde la junta local ha montado el tiberio, huida y... escondiendo la mano.