TBtienvenidos a la banda sonora del nuevo período de sesiones. Acusaciones en todas las direcciones en el Congreso de los Diputados a propósito esta vez de las formas en el anuncio de la retirada de Kosovo. Menos mal que en el fondo del asunto, prácticamente todos están de acuerdo... Pero la tentación de arruinarle a Zapatero la luna de miel con Obama es superior a cualquier consenso en política exterior. La verdadera tormenta no la desencadenó la ministra española con su anuncio, ni el secretario general de la OTAN con sus críticas. La provocó un simple portavoz del Gobierno de EEUU --desconocido para la mayoría y heredado de la Administración de Bush -- al expresar decepción por la noticia. La coordinación o descoordinación del Gobierno, el papelón de Moratinos , la oportunidad o no del anuncio semanas antes de la intensa agenda internacional del presidente, la coherencia política de la retirada, el ahorro económico... todo es secundario frente a un buen titular sobre el enfado de Obama con Zapatero. El episodio ha servido para que se multiplique la expectación ante los encuentros que los dos tendrán en la cumbre del G-20 en Londres, la reunión de la OTAN en Francia y Alemania, la de la UE en Estrasburgo y el encuentro de la Alianza de Civilizaciones en Turquía. Preparen los cronómetros. Yo no sé de dónde sale la fama del pueblo español como antiamericano, si nos pasamos nuestra vida política discutiendo la opinión que tienen de nosotros sus dirigentes y pendientes de cuántos minutos duran sus apretones de mano. El segundo titular que los periodistas de Madrid esperamos desde el 1 de marzo es: la oposición tumba una iniciativa del PSOE en la Cámara baja. Pero tarda en llegar. Parece que la mayoría de izquierdas que pretende sacar adelante, por ejemplo, el proyecto de ley de reforma del aborto, puede salvar otras votaciones. Sus portavoces se suman estos días al coro de críticas al Gobierno por la crisis o por Kosovo pero las negociaciones se multiplican porque los 169 diputados del PSOE más los de ERC, IU, ICV, BNG y Nabai suman la mágica cifra de 177.