THta muerto Chus Lampreave , la maravillosa madre del único miembro de la minoría étnica de Amanece que no es poco , la testiga de Jehová que no podía mentir, la actriz que mejor encarnaba los papeles de madre de Almodóvar , la que mandaba a las mujeres viudas o abandonadas al pueblo de origen para ir a la ermita del santo con las vecinas, tomar el fresco y rezar la novena, aunque no fueran creyentes. Si no, una mujer sola va por ahí como vaca sin cencerro, advertía a una Marisa Paredes sobreactuada a la que acababa de dejar su marido. Ha muerto también Manolo Tena , y con él el recuerdo de las noches de voz áspera cuando Pasión gitana y sangre española era el himno de los que no queríamos volver a casa. Llévame libre y salvaje, llévame hasta el mar, cantaba y nosotros convertimos ese verso en un principio que, como casi todo, nunca llegó a continuarse. Sus años de silencio consiguieron que se nos fueran olvidando sal y limón, la casa sin ventanas o el blues de la mañana y, como siempre, ha tenido que morirse para que recordemos quién era el autor que acompañaba las madrugadas de los que queríamos ser mar y solo conseguíamos convertirnos en espuma. Por lo demás, lo habitual en estos días. Seguimos sin gobierno, y aparecen más casos de corrupción, ahora internacionales. Parece ser que en Panamá se han descubierto cuentas opacas a nombre de la hermana del anterior rey, de Messi , y hasta de Almodóvar. Su hermano le defiende alegando ignorancia y demostrando que ha pagado todos sus impuestos. Como yo, como todos nosotros, los que estamos al día con hacienda y desconocemos cómo funciona un paraíso fiscal. A lo mejor por eso no metemos allí los millones que nos sobran. O a lo mejor es por otra cosa. No sé. Porque somos unos perdularios, que lo perdemos todo, como decía Chus Lampreave. O porque no sabemos tocar madera, como cantaba Manolo Tena. Ni nadar y guardar la ropa. Qué ignorantes.