Todos a una. En Extremadura el tren sale de la lucha de partidos y se convierte en una cuestión regional. La firma ayer del 'Pacto por el ferrocarril' de todas las fuerzas políticas con representación en el Parlamento supone un paso de gigante en la reivindicación que debe hacer esta región para conseguir un transporte ferroviario del siglo XXI. El mismo se une al acuerdo similar firmado entre el Ejecutivo y los agentes sociales el pasado 14 de marzo y redirige la acción de todos hacia un objetivo común. Si hay algo que demora una determinada actuación desde el Gobierno central o cualquier otro núcleo de poder es que ésta pase a formar parte de la lucha partidista. Quien gobierna en Madrid acude al refugio de la fuerza política que le represente en Mérida y al contrario. Así ha sido siempre y así nos va en materia ferroviaria, con tramos de ferrocarril que proceden del siglo XIX mientras que otros territorios se mueven en alta velocidad electrificada desde hace ya varios lustros. La unión del Ejecutivo autonómico con el PSOE, el PP, Podemos y Ciudadanos supone poder plantarse en Madrid al día siguiente de la formación del nuevo Gobierno salido de las urnas del 26J y reivindicar una cuestión que no atañe a un único partido, sino al conjunto de la ciudadanía. Esta senda se saluda con buen agrado y debe ser la constante a partir de ahora, que el pacto logre unir de verdad a todos los extremeños y deje fuera personalismos o ánimos electorales ahora que llegan unos nuevos comicios.