Mientras Japón se hundía, en España hemos asistido a un nuevo hundimiento: el de José María Ruiz-Mateos al frente de Nueva Rumasa. No por nueva esta Rumasa ha acabado mejor que la vieja. Sabemos un poco más de aquel Supermán que le atizó un puñetazo a Miguel Boyer a principios de los 80. Del "¡que te pego, leche!" a las cartas que el patriarca de Nueva Rumasa y su esposa le mandaron al dueño del Santander, Emilio Botín , ahora hemos visto que Clark Kent no se limita a los mamporros con disfraz sino que basa su estrategia empresarial en lacrimógenas e implorantes cartas ofreciendo, entre otras cosas, como garantía de su crédito ni más ni menos que las añejas botellas de sus brandys jerezanos. Y, sin embargo, hay un hecho que me lleva a compartir con Ruiz-Mateos una cierta simpatía. El empresario español que se atrevió a tocar la cara al ministro socialista Boyer escribe a Botín con unas escuetas cartas manuscritas. Su caligrafía denota el mal momento que está pasando, pero decide darle un toque personal que el e-mail a don Emilio convertiría en una carta más para dejar en el pudridero de las causas insignificantes. De ahí que Ruiz-Mateos nos muestre el elogio de la escritura a mano, del franqueo de correos y de la ingenuidad con la que cree que un sobre garantizará el secreto postal. El elogio de la caligrafía humaniza a Superman y le convierte en un héroe antiguo de la comunicación.

Todo es antiguo en la corte familiar de José María Ruiz-Mateos. Entre otras imágenes, la del padre acompañado de sus hijos varones. Sin duda se trata de personajes homéricos, que están junto a su padre como si se tratara de una orden templaria. Tal vez alguno de ellos tenía una vocación clara de establecerse por su cuenta. Tal vez podrían estar triunfando en el mundo de los negocios internacionales.

Pero los vínculos de la sangre les han llevado a esa fotografía. Saben que, a pesar de sus años, se deben a su padre. Su padre no admitiría deserciones. Ahí están, graves y responsables de la irresponsabilidad del autor de sus días. Las cosas les han ido mal, pero ahora sabemos que Superman ya tiene descendencia.