LA CLASE POLITICA

Regeneración moral

Enrique González

Hace unos días, en un programa de televisión entrevistaron a los dos diputados más jóvenes del Congreso, y me quedé muy desencantado con sus respuestas sobre importantes cuestiones sociales. Ambos se limitaron a reproducir el típico discurso estándar de sus partidos y a utilizar el arte de la autodefensa y la evasiva que tradicionalmente emplean sus compañeros más veteranos ante preguntas comprometidas. Como ciudadano, me gustaría encontrar una nueva clase de políticos que demostrara mayor cercanía con los problemas de la calle; unos nuevos dirigentes con ideas claras para cambiar el modelo social. El mundo necesita políticos con valores humanos y con capacidad de saber escuchar a los grandes expertos en los campos de la ciencia, la tecnología, el medioambiente, la economía sostenible... De eso dependerá nuestro bienestar y el de nuestros hijos.

VALORES

Educación y respeto

Juan Miguel Casado

He llegado a la conclusión de que, en esta época, a la educación paterna le viene como anillo al dedo la expresión 'la pescadilla que se muerde la cola'. Desde que nacemos, traemos innatas unas actitudes primarias, como el egoísmo, y debemos educar a nuestros hijos enseñándoles el bien y el mal. Sin embargo, los padres de hoy, quizá por los tiempos que vivimos, son más blandos. ¿Dónde quedó el tratar de usted a una persona mayor? ¿Y el respeto? Se suele decir que los niños tienen derechos y también obligaciones, pero ¿qué va a entender un niño sobre derechos y obligaciones? Eso es responsabilidad de los padres. Y si esos padres quieren que sus hijos se conviertan en grandes personas, no deberían limitarse a inscribirlos en academias de idiomas u otras disciplinas desde muy pequeños, porque hay otra educación que es prioritaria. Y no hay idioma, habilidad o conocimiento que pueda abrir más puertas que la propia educación.

LA PATERNIDAD

Un reto de altura

Jorge Martín

Lo que más impulso da a la vida son los retos, pero hay que saber escogerlos cuidadosamente. Uno de ellos es la decisión de tener un hijo, que forma parte de un proyecto vital. Sin embargo, y no únicamente debido a la crisis o a la falta de ayudas sociales, la paternidad y maternidad hay que planteársela seriamente. Pero, al margen de los casos de falta de comunicación o entendimiento con los niños, existe otro dato importante: la cifra de pobreza infantil no deja de aumentar. Parece que la crisis ha disparado los índices de malnutrición infantil, pero también del maltrato y el fracaso escolar. La actual perspectiva económica no invita a muchas aventuras. Por eso hay que tener en cuenta que un niño no es un juguete, sino un ser humano indefenso que se siente inseguro ante el hambre, el miedo o la necesidad. Si está en este mundo, debería ser porque sus padres lo han querido. Si no se está preparado para ser padre o no se desea, ¿merece un niño que le castiguen trayéndolo a un mundo cruel e inmerecido? A mí me parece que no.