LAS AYUDAS

Emergencia social

José Manuel Galet

Cáceres

La memoria es selectiva y guarda lo que realmente queremos recordar, solo momentos agradables y con el tiempo aprendemos a eliminar los no deseados, pero corremos el riesgo de entrar en una grave crisis ética y de moral, mirando para otro lado y no ver o no querer saber lo que esta pasando a nuestro alrededor para no implicarnos. Parece que hemos vuelto a la etapa más primaria de la humanidad, sobrevivir.

Sira Rumbo, en su artículo del periódico, dice "Cruz Roja atiende a 1.150 familias en Cáceres y pide ayuda para repartir comida". Imagino que a Sira le caían las lágrimas cuando escribió este artículo, o quizás al ver tantas veces las desgracias ajenas, nos hacemos inmunes. Pero nosotros, hombres y mujeres de a pie, con vidas más o menos normales, como lo eran ellos, ante esta maldita crisis y que ahora están pasando la prueba más difícil de su vida, arrastrándoles a situaciones límite, tenemos la obligación de reaccionar, hacer algo más. Cruz Roja con sus 10.000 socios aportan medios económicos para comprar alimentos, pagarles la luz, el agua, el alquiler. También muchas ONGs, Banco de Alimentos, asociaciones están haciendo una gran labor y no es suficiente. Pero nosotros, ¿qué estamos haciendo para ayudar? Para aliviar el sufrimiento de estas familias.

Está claro que no es suficiente lo que se hace. Todas las organizaciones gubernamentales o no están desbordadas. Los necesitados crecen día a día y hay momentos de angustia cuando la comida se acaba y aún queda gente en la cola, pero seguimos impasibles. Parece que esto no va con nosotros. Es cierto, hay cosas que no se pueden explicar hasta que no vives esa situación. Una buena terapia sería estar alguna vez en esa cola. Un día, sentirte perdido, solo, sin recursos, sin futuro, no hay esperanza. Entonces te desprendes del miedo y de la vergüenza pasando a ser uno más de esa cola, donde encontraríamos a algunos conocidos, gente que vivía normal y ahora pasa hambre la familia.

Esta terapia es aplicable también a los dirigentes políticos. Tendría más efecto, ya que tienen la responsabilidad, ponerse en situación, que vean las penurias, la desesperación, la impotencia ante la crisis y que entonces valoren lo importante de la vida. Estar un día en esa cola les cambiaria la perspectiva, lo auténticamente necesario, lo prioritario, a lo que hay que dedicar con urgencia parte de nuestros recursos. En esta situación, lo importante de esta vida es que tus hijos coman todos los días y tengan un techo. Aquí nadie se haría una foto en esta cola o para tapar las vergüenzas estarían disfrazados como la mujer de Bárcenas. Pero lo importante, aparte de lo anecdótico, es sentir su sufrimiento y así poder atender su SOS.

Sería ejemplarizante que el Ayuntamiento de Cáceres pusiera en marcha un dispositivo de emergencia social para atender a estas familias que pasan hambre y hablo de alimentos, no vale solo con dar algunas ayudas o subvenciones al banco de alimentos o algunas y otras ONGs, que está muy bien, pero tiene que tomar las riendas de esta situación y coordinarlas. Poner los recursos suficientes para paliar esta emergencia social.