40 AÑOS DE REINADO

Juan Carlos I no puede abdicar

Manuel Delgado Iriarte

Madrid

¿Cómo pudo haber personas tan inocentes que pensaran que el rey iba a abdicar? Ya vemos cada día que cierta clase de políticos maniobran desesperadamente para preservar su inmunidad como diputados o senadores. Y el rey lleva cuatro décadas de reinado, con muchos conflictos familiares, golpes políticos y aventuras económicas que han llevado a tantos de sus amigos íntimos a donde todos sabemos. Como afirmó con rotundidad la reina, que debe saber algo del tema, está claro que, por natural y beneficioso que resultara un cambio para el país, el rey Juan Carlos I se aferrará al trono y morirá con la corona puesta.

LOS CAMBIOS

Un Papa peligroso

José María Grandas

Madrid

A estas alturas ya no se puede dudar que con el papa Francisco nos ha salido un papa peligroso. No solo ha dejado de lado los solemnes rituales tradicionales de los pontífices precedentes y su trato con los poderosos, inclinándose hacia los pobres, sino que ahora dice que la Iglesia debe ser más comprensiva, no dejando que el matrimonio homosexual, el aborto y la anticoncepción dominen sus enseñanzas, ni "encerrarse en sí misma en pequeñas cosas, en pequeñas regla mezquinas" que intente imponer a todos por ley.

De seguir así, sin escarmentar en cabeza del maestro y de algunos más, muy pronto estará en el paraíso. En estos tiempos de poca fe, la gente ya no se contenta con rezar por la conversión del papa, como cuando estaba Juan XXIII; aparte de métodos más sutiles, recordemos los dos atentados contra Juan Pablo II, uno con pistola, y otro, en Fátima, con un cuchillo, por un sacerdote integrista español.

EL TRIBUNAL

Debería llamarse anticonstitucional

Felipe Seara Navarro

Madrid

Al refrendar casi por unanimidad que su presidente Francisco Pérez de los Cobos puede ser juez y parte, el conjunto del Tribunal Constitucional que él preside ha demostrado ser en realidad un Tribunal Anticonstitucional, antidemocrático, un remedo de Justicia, lo más insultantemente contrario a la justicia, acto agravado incluso por su sentencia contraria en el caso de Pablo Pérez Tremps.

Ni Francisco Pérez de los Cobos ni sus subordinados van a dimitir, ni los va a echar el Gobierno de Mariano Rajoy que está en el origen de ese delito récord contra el Estado.

Solo queda pues, par no perder toda dignidad, que la ciudadanía del estado español, de modo tan pacífico como masivo y decidido, se manifieste cerrando el paso a su sede a esos desvergonzados ocupas que deshonran nuestras instituciones y arrastran por el suelo el buen nombre de España.