EL ADIOS

Luis Ranilla

José Manuel Méndez

Plasencia

El concejal de Izquierda Unida de Plasencia ha dimitido, caso raro en nuestro país y además el motivo no ha sido ninguno de los motivos a los que nos tienen acostumbrados los políticos de este país. Ha sido un motivo personal. Lo único que se le puede decir a Luis es gracias por su manera de hacer política, siempre educada, respetuosa y, por supuesto, sin callarse nada. El es uno de los motivos por los que yo no dejé IU, después de aquella famosa XII asamblea regional que se celebró en Mérida. Me parece una persona muy válida y mi deseo sería que esto fuera un paréntesis, un descanso bien merecido y que dentro de dos años fuera candidato a la Asamblea de Extremadura. IU ganaría mucho y, por supuesto, Extremadura. Personas tan íntegras como Luis siempre deberían estar donde se corta el bacalao, por el bien de todos. Espero que seas feliz en esta nueva etapa de tu vida. Gracias, Luis.

LOS BENEFICIOS

La fundación del Cacereño

La cuenta la vieja

¿Cuántos niños y jóvenes hay en la Fundación Cacereño? 200. Multiplicados por 180 euros, si es que no lo suben de cuota, da 36.000 euros. Más lo que se pueda rascar por venta de equipaciones, etcétera, sale un pico. Es el mismo modelo del otro gran club de base de Cáceres, el denominado equipo colegial, que hace ya un par de años implantó ese sistema forzado por los gastos que supone su división de honor y su preferente. Tal y como está el patio, es bien cierto que los servicios deportivos hay que pagarlos, pero también se va a empezar a exigir calidad. Es bueno que haya competencia para que se mejore y se pueda elegir.

EL APOYO

Lamentos contrael Papa Francisco

Darío Gregoris Nieto

Madrid

Mientras otros, como el cardenal Rouco, han guardado un tan enrabietado como elocuente silencio, quienes viven de hablar y escribir en los medios, como el autocalificado "premoderno" Juan Manuel de Prada, critican al Papa porque al afirmar que en la Iglesia no hay que insistir tanto el matrimonio homosexual, anticoncepción y aborto, le ha dejado en ridículo, tras convertirse "el hazmerreír de todos sus colegas".

Todos esos pseudo expertos en teología no deben echar la culpa al Papa, sino a su propia incultura o a su descarada infidelidad al Evangelio, en donde ninguno de esos temas, que ellos han convertido de los característicos de la Iglesia, --en vez del amar al prójimo y no juzgarlo ni insultarlos como hacían ellos--, aparecen ni mencionado. Ellos han sido los que, en su ambición de poder político, han tenido el valor de rectificar al maestro, que sí nos advertía en cada página del Evangelio contra esos fariseos. Ha quedado al desnudo que son como el maestro Ciruela, que no sabía leer y puso una escuela.