130 KILOMETROS

Catalanes diferentes

M. Llopis Piferrer

Barcelona

Los catalanes somos diferentes. Debemos independizarnos. Lo acaba de demostrar una vez más la Generalitat al declarar que no subirá a 130 kilómetros el límite de velocidad porque nuestro parque móvil es viejo, por la crisis (esto es, no hace falta ni decirlo, por culpa de Madrid). Y en Cataluña conseguimos un mes más para ponernos obligatoriamente el cinturón en el coche; dado que no había que gastar en comprarlo, quizá por torpes. Y hace un siglo, Cataluña (es decir, unos barceloneses, porque, para centralismo, el de aquí) "normalizaron" el catalán hablado y escrito, haciéndolo lo más diferente posible de la lengua de Madrid.

Así, pasito a pasito, hemos ido separándonos del camino común durante tantos siglos hasta estrellarnos (lo que está muy bien representado por esa estrella puesta hoy como parche independentista a nuestras milenarias cuatro barras). Un trágico siniestro, incluso ya antes de consumarse, a pesar del cinturón de seguridad tardío y a solo 120 por horas. ¿Y nuestro famoso seny ? Bueno, en eso quizá sí seamos diferentes de verdad. Cada cual se enorgullece de lo que carece, máxime cuando se envicia jugando al victimismo, encubriendo ese complejo de inferioridad con otro de superioridad, y echando la culpa de las consecuencias de sus locuras a Madrid o, como en mi nativo Palafrugell, al viento de tramontana.

LAS MEDIDAS

Otra vez, las pensiones

Fernando Guerrero Barrio

Jaén

Otra vez son los pensionistas los culpables de los males de la economía de este país. En 2011, el gobierno y la comisión del Pacto de Toledo modificó el sistema de pensiones alargando la edad de jubilación a los 67 años y aumentando los años de cotización a 38,5. Decían que era para garantizar su sostenibilidad a largo plazo y que este cambio se haría de una forma progresiva a partir del año 2013.

Pues bien dos años después, el señor Rajoy, haciendo uso de la mayoría absoluta (no del Pacto de Toledo), aprueba una nueva modificación y aplica tres nuevos conceptos: Factor de revalorización del 0.25% anual, la vinculación a la esperanza de vida y la estabilidad entre ingresos y gastos de la Seguridad Social. Gobierno, asesores y expertos en predicciones a largo plazo han tenido que hacer dos reformas en dos años.

El problema es obvio. Las últimas reformas laborales han conseguido destruir el empleo fijo a cambio de contratos basura o temporales. Se han perdido 6.000.000 de empleos y aumentado a 9.000.000 los pensionistas. Esto obliga al gobierno a distribuir mejor los recursos, pero esto no se arregla recortando el poder adquisitivo de los pensionistas, sino creando empleo, aumentando las cotizaciones o cubriendo el déficit con los presupuestos del estado. Las pensiones son un derecho de los trabajadores que no se debe cambiar, pues una cosa es modificar los requisitos para los nuevos cotizantes y otra recortar a los que ya cobran una pensión, con 35/40 años cotizados. Aún recuerdo al señor Rajoy cuando dijo: "Yo nunca tocaré las pensiones". Ver para creer.