VIOLENCIA MACHISTA

Stop al feminicidio

Agustín Arroyo

Madrid

España es un país violento. Las 700 mujeres que han sido asesinadas en nuestro país en está última década lo acreditan. Este año 2013 ya van 45 mujeres muertas a manos de sus parejas, exparejas, novios o exnovios, etcétera.

Cuando se habla de la violencia de género, se debería decir de género masculino,es decir, violencia machista, porque son poquísimos los hombres muertos por sus mujeres, son la excepción que confirma esta cruenta estadística.

Incluso, a veces, estos hechos episódicos contra algún hombre están causados por una autodefensa de mera supervivencia. Nada ni nadie justifica la sevicia extrema que desemboca en un homicidio que, a veces, se viene anunciando con palizas, humillaciones psicológicas, vejaciones crónicas y reiteradas durante años o meses. Situaciones que padecen también los hijos/as de los agresores y de las agredidas.

Esta es una de las lacras más perniciosas de la sociedad española que no logramos erradicar. Las leyes deben ser implacables con estas fieras que olvidan a sus madres o hermanas cuando se erigen en torturadores impenitentes de sus parejas o de sus exparejas.

Todos debemos denunciar estas situaciones que ensombrecen y deben avergonzar a una sociedad civilizada y avanzada en la exigencia diaria de los derechos humanos. Ninguna mujer debe soportar ni una agresión, y para eso deben conocer los mecanismos de inmediata respuesta que laminen ab initio esa tendencia brutal a machacar o eliminar al más débil o pacífico cuando surge un conflicto grave o intenso.

LA CAJA B

Lo que sostiene al PP

José Llano Díaz

Madrid

Los hechos son dolorosos, pero probados, y hay que tomar conciencia de ellos para rectificar. Hoy sabemos que la Basílica de San Pedro fue edificada con la venta sacrílega de indulgencias (lo que provocó la rebelión de Lutero y la división sangrienta de Europa) y, en mayor proporción aún, con el impuesto papal a las prostitutas que "aliviaban" a los peregrinos; por eso un jesuita, como el papa Francisco, ha propuesto renunciar de alguna manera esa ostentación tan reñida con el Evangelio.

En España, por su parte, el juez acaba de declarar que el edificio central del Partido Popular se costeó durante 18 años con dinero negro, como también con dinero ilegal se facilitó el triunfo electoral del Partido Popular y se pagó de tapadillo a muchos de sus dirigentes; sin embargo, al haber una Justicia que finalmente parece está reivindicando su nombre, quizá podamos arreglar nosotros antes esa también monstruosa corrupción, como convendría en beneficio de todos los españoles, y especial tranquilidad de conciencia de los engañados votantes del Partido Popular, sabiendo ya lo que sostiene su sede y a una parte de su equipo.