WTwras el acto solemne de toma de posesión del cargo de presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero cumplió ayer tarde con el último trámite constitucional para que su Ejecutivo empiece a trabajar: la comunicación al Rey de los nombres de sus ministros. Se trata de una lista conocida por los ciudadanos desde hace días, lo que ha sido señalado desde algunos medios como una falta de respeto hacia la Corona. Parece una crítica desmesurada. Es tan impensable como poco deseable que en el mes largo que ha pasado desde la victoria electoral del PSOE se impusiera un grado de secretismo tan alto en las gestiones del candidato a presidente como para que no trascendieran los nombres hasta ayer. Con la información facilitada desde las filas socialistas se han evitado, además, las lamentables quinielas de ministrables.

El nuevo Gobierno tomará hoy posesión en un buen clima tras el buen debate de investidura de esta semana. El equipo de Rodríguez Zapatero se encontrará sin duda con muchas dificultades, pero empieza su gestión en un momento de renacida ilusión tras la alternancia. La paridad de hombres y mujeres en el Gobierno y el prestigio de varios de los ministros no son ajenos a ese clima.