WEwl organizador del malogrado concierto que el cantante Joaquín Sabina iba a dar en Mérida el pasado día 17, Agustín Tarazona , está tomando el pelo a los espectadores que pagaron los 25 euros de entrada para ver al cantante. No es de recibo que no se les devuelva el dinero inmediatamente; mucho menos que se les pague con un cheque, que en el mejor de los casos cobrarlo les cueste una comisión de 1,8 euros, y de todo punto inadmisible que ese cheque no se pueda cobrar desde el mismo momento en que es librado porque la cuenta contra la que se ha extendido no tiene fondos.

El Ayuntamiento de Mérida algo tiene que decir en esta historia. Ahora aparece como una víctima más, y su intención de denunciar al empresario por estafa no puede ocultar que ha puesto a su disposición bienes públicos y ha actuado con ligereza porque no ha hecho nada por asegurarse de que Tarazona había cumplido todos los requisitos para que se celebrara el concierto. En este sentido, tiene razón el PSOE al quejarse de que el consistorio actuó con torpeza; que esa torpeza ha sido un factor que ha contribuido al nefasto resultado final; y que se ha proyectado una mala imagen de Mérida. Lo único que cabe ahora es que el ayuntamiento obligue a Tarazona a que cumpla la legalidad y devuelva el dinero, sin cheques ni demoras.