WLw a detención a las 11 de la noche del pasado miércoles de la artista Isabel Pantoja ha vuelto a traer a la primera página --a menos de un mes de las elecciones municipales y autonómicas-- el caso Malaya, el mayor escándalo de corrupción urbanística de los últimos años, con epicentro en el Ayuntamiento de la ciudad malagueña de Marbella.

Pantoja, compañera sentimental del exalcalde de esa ciudad Julián Muñoz, que se encuentra desde hace meses en prisión, era sospechosa de manejar grandes sumas de dinero en efectivo de dudosa procedencia. Pero aunque ese dato podría ser tomado, en ese contexto, como un indicio de que la tonadillera podría tener alguna relación con el entramado de corrupción, solo se ha procedido a su detención tras lo que parece ser un minucioso seguimiento de sus movimientos bancarios, entre los que habría algunos que, al parecer, no proceden de actividades artísticas. De hecho, la acusación que pesa sobre ella es la de blanqueo de capitales y otros delitos contra la hacienda pública. Por todos estos cargos, la tonadillera tuvo ayer que declarar ante el juez, después de haber pasado toda la noche en los calabozos de la comisaría de Málaga, y antes de salir en libertad previo depósito de una fianza de 90.000 euros.

Ante el monumental escándalo que supone la detención, con nocturnidad, de una persona tan popular y el consiguiente circo mediático montado en torno a la noticia, no resulta ocioso, en primer lugar, hacer un llamamiento a la responsabilidad de los medios de comunicación para que respeten tanto la presunción de inocencia de la detenida como la profesionalidad de los policías y del juez que trabajan en este caso. Procede dejar trabajar al juez para que pueda salir a la luz lo que parece una enorme maraña de corrupciones que se remontan a los tiempos en que Jesús Gil ostentaba la alcaldía marbellí. En el caso Malaya, que nació a finales del 2005, hay un centenar de imputados, entre ellos dos exalcaldes --Muñoz y Marisol Yagüe--, el asesor de asuntos urbanísticos Juan Antonio Roca y abogados y profesionales de renombre. Más allá del mundo rosa, la instrucción tendrá que delimitar cuál es la participación en la trama de la compañera del exalcalde.

El hecho de que la detención se produjera precisamente unas pocas horas después de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hiciera en la misma Marbella una encendida proclama contra la corrupción en general y la urbanística en particular no deja de sorprender. Pero esa dudosa casualidad no puede, en cualquier caso, dar pie a la catarata de dislates pronunciados ayer por los portavoces del PP, que han querido transmitir la idea de que la detención de Pantoja es una argucia para esconder otros casos como el de De Juana Chaos, que el PP trata de estirar hasta el infinito, o el de las listas que la izquierda aberzale pretende presentar a los comicios del 27 de mayo.