TFtue en el barrio suburbial de Verdúm, en Barcelona, donde vi por primera vez, hace ya varias décadas, la castigada existencia de nuestros emigrantes del sur: barracas, chabolas, infraviviendas de todo tipo, colmenas done se apiñaban tantos de los nuestros. Luego lo sufriría en Orcasitas, de Madrid, en donde me presenté con una carpeta llena de versos, en busca del poeta y crítico extremeño Juan Quintana, y unas señoras me confundieron con el que arregla lavadoras . ¡Cuánta miseria en medio de peñascales, crecientes basureros, descampados...!

Más trade volvería sobre tanta desolación en rincones del lujo de Gran Canarias o en esas ciudades de contrastes y escandalosas diferencias que crecen como hongos por Latinoamérica. Incluso en los extrarradios metropolitanos de esta orgullosa Europa de los avances y la tecnología. "A los pobres --lo leemos en el Nuevo Testamento-- los tendréis siempre entre vosotros".

Y los tenemos, es verdad, aquí y ahora. Recuerdo un emocionante poema de María Elvira Lacaci que terminaba así: "Calle de Leonor González/ Quién sería --me dije--,/ que ha merecido así/ compartir/ la sublime miseria de otros seres". Yo veo, por ejemplo, en Badajoz, en ese submundo que es el grupo de edificios marginales que llamamos Los Colorines (donde, por cierto, también me han confundido con el que arregla lavadoras ) la plaza de Toto Estirado . Sí, ese pintor magnífico, extremeño de mediados y finales del siglo XX, que llenó de vivísimos colores y gruesos trazos fauvistas multitud de lienzos; lienzos que malvendía por las calles, ofreciéndolos con su andar encorvado, su porte marginal, su descomunal indigencia. El, Toto Estirado, comparte cada día, la sublime, la tremenda, la inquietante, dolorida miseria de unos seres atrapados, acosados, hundidos en un destino de injusta pesadilla; tortura donde sólo unos pocos alardean con sus fajos de dinero que obtienen de extorsiones y esclavitudes lamentables de otros seres tan desgraciados como la inmensa mayoría de los que allí residen.

Toto Estirado. ¡Quién le iba a decir a él, tan marginado, que sería el referente de la zona donde lo marginal y miserable es seña de identidad inconfundible!

*Historiador y concejal socialistaen el Ayuntamiento de Badajoz