El escritor Angel Campos podía invitarte a pasar unos días en su casa de Lisboa, donde vivió los últimos años, o a disfrutar de una jornada en su casa de campo de San Vicente de Alcántara, donde nació en 1957.

Con su voz tronante podía bromear, preguntar por los libros que los amigos iban escribiendo, interesarse por la evolución de la política extremeña o intentar fichar a algún autor para su editorial Del Oeste Ediciones.

Era generoso, como recuerdan sus amigos, nada intimidante a pesar de su estatura y su voz. Desde Lisboa o desde Extremadura, cuando viajaba los fines de semana a Badajoz o San Vicente, seguía planeando empresas (premios, obras): Luciano Feria, también poeta y amigo, recordó ayer que en un homenaje que se le dedicó en Zafra a la escritora Dulce Chacón, muerta en el 2003 (otra precoz pérdida por el mismo motivo: un cáncer), Campos propuso la creación de un premio que llevara el nombre de la autora de Cielos de barro . Poco después se instituyó ese galardón, que se entrega mañana en la localidad segedana.