Soy psiquiatra y, como prescriptor de la Seguridad Social con cerca de 400 pacientes anuales a mi cargo, he detectado (mis compañeros también lo mencionan) que desde hace más de un año se acentúa el problema de falta de diferentes medicamentos en farmacias. Esto ocasiona graves problemas a los que necesitan los tratamientos, con quien a menudo habíamos hecho un largo camino por el vademécum hasta dar con algo que les estabilizaba. Al desaparecer del mercado la molécula efectiva, además de incrementar la incertidumbre a personas vulnerables que tienen su resistencia mermada, realmente hay un riesgo de retroceso en su estado de salud. Un riesgo en muchos casos materializado. El médico prescriptor, entonces, debe buscar alternativas de nuevo. Aparte de un protocolo de actuación del Ministerio de Sanidad español que no ha conseguido, frente a este problema, evitar su agravamiento, no hay nada más. Me sorprende que este asunto siga siendo ignorado por autoridades y usuarios y no aparezca en la prensa, como si no existiera. ¿Hay algún interés en obviarlo? Mientras, los tratamientos de los pacientes siguen truncándose y su salud empeora..

GOBIERNO

Vanas promesas

Teófilo Marco

El Grado (Huesca)

Tendremos nuevo Gobierno en España, y el presidente y sus ministros espero que no harán lo que en cierta ocasión dijo el ruso Nikita Jrushchov: «Los políticos siempre hacen lo mismo: prometen construir un puente aunque ni siquiera haya río».

Gobernar es obra de la inteligencia y voluntad dirigida por la prudencia, no lo olviden los que gobiernen, y no de vanas promesas, como hacen algunos vendedores de detergentes que prometen que son sus productos lo mejor de lo mejor. Un gobierno, sus ministros, pueden cometer torpezas, por la harta carga de debilidad que llevamos todos, pero no cometer la gran torpeza de mentir con vanas promesas al ciudadano. Si el nuevo gobierno nos habla de que será de progreso y más progreso, habrá que decirle la copla de Tirso de Molina, en Palabras y plumas. «Deje palabras quien ama, que sin obras todas vuelan; porque palabras y plumas dicen que el viento las lleva». Y un presidente y sus ministros en el gobierno también deben de recordar que tanto valen las cosas en cuanto se adaptan a su fin: el pincel para pintar, las tijeras para cortar y un gobierno para servir al bien común de los ciudadanos en las innumerables cuestiones que plantea la convivencia humana, y no gobernar para sus intereses personales o de partido.

Porque al final de su gobierno tendrán la aridez de la roca y la infecundidad del desierto, por sus vanas promesas.

INGENIERÍA GENÉTICA

Productos MG

Domingo Martínez

Burgos

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el pasado junio una orden para facilitar y simplificar los procesos regulatorios para la ingeniería genética en agricultura.

La firma se produjo durante la visita del presidente a Iowa, que es uno de los estados más cerealistas y de producción de soja de EEUU y, por tanto, uno de los estados que más recurre a eventos MG. La Casa Blanca señaló en un comunicado de prensa que la orden firmada pretende agilizar la aprobación de productos MG (modificados genéticamente), eliminando retrasos y reduciendo los costes de la empresas desarrolladoras y con el fin de beneficiar a los agricultores. También señalaba que es importante que este tipo de procedimiento se aplique en los países con los que EEUU tiene acuerdos comerciales.

La orden cubre animales y plantas, así como los métodos de ingeniería genética y manipulación in vivo o in vitro de información genética.