Aprobada en su Parlamento regional la reforma del Estatuto valenciano, y a punto de que también quede aprobada la reforma del Estatuto catalán en su propio Parlament autonómico, se habla cada vez con más profusión de los futuros estatutos andaluz y vasco, que con toda probabilidad, tomarán mucho de prestado del Estatuto catalán. La idea de nación-nacionalidad, por ejemplo.

Las triples celebraciones del Aberri Eguna, o Día de la Patria Vasca, fueron una excelente ocasión para saber por dónde van las tres fuerzas nacionalistas vascas, y cómo, sobre todo, predomina el PNV, cuyos dirigentes resultaron los más explícitos frente a los de EA y los de Batasuna. Ibarretxe proclamó que los vascos ya no admitirán nunca más la violencia, --por fin; ¿es un reconocimiento de que hasta ahora la han admitido?--. Afirmó que la violencia de ETA se ha acabado porque la sociedad no la volverá a permitir, y declaró que la única Constitución de los vascos son los derechos históricos.

XLA HORAx ya ha llegado y tras la verificación ética de ETA, vendrá la verificación democrática, añadió. Ibarretxe señaló también que el fin de ETA permite que ahora los vascos decidan su futuro, y avisó que los vascos no admitirán un recorte como el sufrido por el Estatuto catalán, como si no se hubiera producido el episodio Plan Ibarretxe y su plena y tajante anulación por el Congreso de los diputados en Madrid. Y en cuanto a los controvertidos derechos históricos --si acaso, de las tres provincias vascongadas, como recoge la Constitución-- los socialistas vascos han replicado que Euskadi no ha existido como nación hasta la Constitución de 1978. Finalmente, Imaz afirmó que el PNV ayudará a ETA-Batasuna a transitar hacia la política. Imaz sostuvo que su objetivo es construir una nación, pero que hay que priorizar la paz sobre todo.

En cuando a la cita de EA con sus fieles apenas merece atenciones periodísticas. También son escasas las de Batasuna, partido ilegalizado que se refugió en la celebración convocada por la asamblea de municipios vascos conocida como Udalbiltza, que Batasuna controla. Batasuna dijo que nada está hecho y queda todo por hacer. Pidió que no se confunda paz y pacificación, exigió paz con derechos porque, dijo, la paz sólo llegará cuando este pueblo recupere lo que es suyo.

Dos frases, como contrapunto a la situación política vasca, las de Zapatero y Aguirre . Dice el jefe del Gobierno que "con ETA no se hablará de política. Primero la paz, luego la política. Lo esencial no es acabar con las armas, sino acabar con la voluntad de usarlas". Y declara la presidenta madrileña que "sin ETA no hay ninguna razón para que Batasuna no se presente a las elecciones. Una vez que la banda etarra deje las armas, será el momento de estudiar las medidas de gracia, supongo que para los que no tengan delitos de sangre". Parece que en esta materia va por delante de su jefe Rajoy ...

*Periodista