Y si nos hubiéramos vuelto locos de repente? ¿Esto es una competición sobre quién recorta más?, ¿quién viste mejor de Armand Austeri?- Esto es el despropósito del siglo XXI. ¿Por qué ahora la vara de mando neoliberal nos indica el camino correcto?

El capitalismo más voraz marca la pauta. No estoy convencido de que sus propuestas de austeridad sean las correctas como solución de estabilidad y recuperación económica, pero no seré yo quien plantee más dudas en la incertidumbre.

Todo lo que ha emanado este sistema económico a lo largo y ancho de su trayectoria vital no ha sido precisamente austeridad, bueno sí, y al igual que ahora, austeridad a escala e inversa a ellos y no precisamente proporcionada.

Ahora puedo entender mejor cómo unos inconscientes revolucionarios, hace un par de siglos, se propusieron desarrollar una teoría económica capaz de aportar explicaciones a la crisis de 1830; pero, a la vez, de interpelar al proletariado a participar en ella activamente para producir un cambio revolucionario y cómo años más tarde algún humilde preparó desde la clandestinidad un nuevo partido político de corte obrero-socialista en España.

XNUESTRAS REGLASx, las del socialismo, no les valen; es más, les rechinan. Nuestros ideales y valores no les son útiles, ahora y aquí, a sus intereses. El provocador de esta catástrofe económica lidera y nos guía en el despropósito a sus anchas porque controla a la perfección uno de sus maquiavélicos inventos: el mercado.

No creo en el no nos queda otra . Debe quedarnos algo: valores. En la ficción nos queda: Alzaos una y otra vez hasta que los corderos se conviertan en leones . Esa sí es mi guía, la rebeldía basada en los valores y no tanto en el valor.

Ya en 2002, esos mercados que se mueven con otros valores, atentaron contra la democracia de un pueblo soberano como el brasileño. En esta ocasión los mercados internacionales y las agencias de evaluación de riesgo reaccionaron supervalorando el riesgo político de un gobierno de izquierdas, provocando salida de capitales de corto plazo, lo que provocó una fuerte devaluación cambiaria.

El primer impacto de la jugada fue la incertidumbre y el segundo la consecuente desaceleración del nivel de actividad económica a partir de la segunda mitad del año. Este clima disminuyó la inversión privada en la industria, se redujo la generación de empleo y se consiguió romper una trayectoria alcista iniciada años atrás.

¡Ojo!, esto solo por el riesgo político de un gobierno de izquierdas. Y me pregunto por qué a estas guerras no van cascos azules a contabilizar víctimas.

Pese a todo, Lula consiguió gobernar y estabilizar su país, cedió en aspectos impensables a sus pretensiones izquierdistas, pero ganó la batalla al capital. Hoy es una de las personas más influyentes del mundo. El resolvió construir capitalismo para después hacer socialismo.

Los escenarios actuales son similares a los producidos en Brasil. El alivio que me queda es que no han respetado ni a sus aliados políticos, empezando por EE UU, Francia, Alemania, Italia, etcétera. Y la verdad es que no sé por qué supone un alivio a mi indignación, pero lo supone. Pero también veo como inducidos por no sé qué indicadores se han cebado más con los gobiernos socialistas europeos.

Ante el fausto poder del capital no podemos esperar y conformarnos, porque bajar la guardia significa ceder posición, y nos costó mucho ganarla. No me sorprende la reflexión, pues define a la perfección el posicionamiento de un afamado modista: "Lo inteligente del capitalismo es saber usar las debilidades del ser humano en sentido positivo", hila fino el irónico hijo de sastre. Por ello, no debemos bajar la guardia para que esas debilidades no estén desprotegidas; es más, han de financiarlas los grandes capitales como impuesto extraordinario (y si de mí dependiera no solo por la acepción relativa al tiempo-, ironía también).

En la trinchera de los vencedores debe haber más Lulas que sigan pensando en construir capitalismos para hacer socialismo . Lo complicado es hacerlo después de haber dejado rearmarse al enemigo.

Convencido de mis ideales, sé que nuestro presidente Zapatero , al igual que Lula, es uno de nosotros, uno como nosotros , y tendrá que ceder, pero no para dejarnos en suerte.

*Secretario de Economía y Empleo de la CEP del PSOE de Cáceres.