Querido abuelo, a ti te tocó vivir en una España pobre, marcada por la desgracia de una guerra civil.

Viviste en una época dictatorial, donde no tenían cabida las ideas libres y los pensamientos puros.

Querido papá, a ti te tocó vivir en una España marcada por las ideas totalitarias. La lucha de muchos por la defensa de los derechos globales, abrió una brecha tan grande que dio paso a un estado de progresivo confort. Siempre has sido un trabajador incansable.

Sin embargo, yo he vivido en una época marcada por la Constitución, la libertad, la protección de la infancia, el acceso libre a la educación y a la sanidad y tantas y tantas cosas que han hecho muy fácil mi existencia.

Hasta que la burbuja de felicidad sin darnos cuenta estalla. Y, ante una incapacidad de afrontar la situación y atajarla, nos dejan con millones de parados.

Y, querido hijo... qué sociedad te voy a dejar yo a ti? Una sociedad en la que hemos aprendido a vivir tutelados por otros, eludiendo responsabilidades y viviendo de las rentas de lo que un día lucharon (tu abuelo y tu papá)... Una en la que somos incapaces de salir a la calle a denunciar lo que nos pasa,... ¡que no queremos trabajar hasta los 67, ni pagar esta crisis con nuestras nóminas, ni una reforma laboral que desencadene más despidos y más baratos! Que tenemos la ocasión, la libertad y el derecho a hacerlo y preferimos no quejarnos.

Querido Mario, deseo que algún día vivas en un país de luchadores, de inconformistas, de trabajadores incansables, de mentes pensantes, de personas independientes, de libertad y de responsabilidad.

Nieves Villar Fresno **

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