Efectivamente, detrás del Tsunami Democràtic, estoy yo y seis amigos. Sé que, en principio, resulta chocante. Sé que podéis pensar que se trata de una boutade sin gracia. Sé que muchos no me creeréis, pero francamente me trae sin cuidado. La idea surgió en una cena de las que se alargan indebidamente, en la que nos dejamos llevar por inquietudes ciberactivistas y postulados de comunidad virtual. Al principio todo era palabrería, hasta que, al cabo de un mes, nos dimos a conocer. Primero le queríamos llamar Terratrèmol, que es más ‘de la terra’, pero Tsunami nos pareció más estético.

Nunca nos hubiésemos imaginado que toda la clase periodística catalana y los servicios de inteligencia españoles no nos descubrirían. Insisto, lo único que han hecho los periodistas es servir de correa de transmisión de la información que nosotros íbamos suscitando. Nadie ha hecho el mas mínimo esfuerzo para averiguar quién está detrás del Tsunami. ¿Falta de valor, de curiosidad o de medios?

Pedimos perdón a quienes de buena fe han seguido cada una de las convocatorias que se nos ocurrían. Lo de La Junquera fue la hostia porque, con el frío que hacía, aguantásteis tiritando como auténticos almogávares. Lo del aeropuerto fue sensacional, todos caminando y al final los Mossos colaborando en la performance. Entre los que no pudieron volar, muchos ‘indepes’.

Ahora el tema está en lo del clásico. Nos interesa mucho crear un cristo, porque es una forma de que el tema tenga proyección internacional. Sit and talk. Vamos, como lo que están haciendo Esquerra y el PSOE, pero con dos huevos.

Efectivamente, todo ha estado calculado para evitar por todos los medios que se amplíe la base social del independentismo. Lo hemos medido todo a la perfección para poner plomo en las alas del soberanismo. Carreteras cortadas con enormes colas de automóviles, la mitad de los cuales pertenecen a ‘indepes’; fronteras colapsadas con camiones perdiendo sus mercancías, parte de los cuales son de soberanistas. No olvidemos los cortes de la Meridiana impidiendo la entrada a Barcelona de miles de ciudadanos, la mitad de los cuales son ‘indepes’. Y la Generalitat, los pobres tragando como lo que son.

Ahora está el tema del Barça-Madrid, partido que sin duda vamos a utilizar para crear tensión ciudadana. Como no me creéis, ya os diré lo que tenéis que hacer y comprobaréis que va a crear malas vibraciones entre ‘indepes’, no ‘indepes’, ‘indepes’ de orden, no ‘indepes’ de extrema derecha y medio pensionistas.

¿Cómo es posible que ningún periodista haya investigado quién está detrás del Tsunami? Entre los fans, los vagos, los tontos y los listos, casi nadie ha movido un dedo para hacer lo más razonable: investigar. Yo me salvo, porque el Tsunami soy yo.

*Periodista.