Si Turquía quiere pertenecer a la Unión Europea (política) va a tener que cambiar en muchos aspectos. La visita de Benedicto XVI ha exaltado a un sector radical de la población que parece haber olvidado la revolución laica de Atatürk. Dicho sector, ha mostrado las graves deficiencias de la democracia turca, regida por una constitución y por una carta de derechos que todo buen musulmán ignora en beneficio del Islam, verdadero motor del país anatolio, sobre todo en las zonas rurales.

La Europa que intentamos fabricar se sustenta en la unión política verdadera, que choca con los ideales económicos, sociales y políticos de Turquía. Un país donde un líder religioso, ejerciendo su derecho universal a la libertad religiosa, precisa de llevar chaleco antibalas, una escolta de casi quince mil policías y tiene restringido el espacio por motivos de seguridad, no es un país europeo. En numerosas ocasiones, los deseos reformistas del gobernante chocan con la teocracia islámica, generándose así las manifestaciones antioccidentales en las calles de Estambul.

Turquía no está preparada para entrar en la unión por su idiosincrasia y su cultura, no por su religión. La Unión Europea reconoce el derechos de todos los individuos a la religiosidad. Un claro ejemplo es mi vecino Yusuf, él es europeo y musulmán. Al igual que todos aquellos españoles que se manifiestan de manera xenófoba contra la construcción de mezquitas o la integración de los musulmanes no son europeos. Viven en Europa, pero sus principios sobrepasan la línea de los ideales fundamentales europeos.

Si la Unión Europea fuera una asociación económica, Turquía actualmente tendría cabida. Pero Europa ya ha dejado atrás su preocupación por el capital. En este momento, la fabricación europea se sustenta sobre los pilares básicos de libertad e igualdad y, sobre todo, en su respeto a la Carta de los Derechos Humanos. La imposición religiosa, el código penal coránico y la pena de muerte no pertenecen a un país europeo. Mientras tanto, esperemos la llegada de un nuevo Atatürk.

César Rina Simón **

Cáceres