WEwl Claustro de la Universidad de Extremadura (Uex) no eligió, en su sesión de ayer, al Defensor Universitario. De los dos candidatos que optaban al cargo, Manuel Alfaro obtuvo únicamente 7 votos y Francisco Olivares , que fue el que pasó a la segunda vuelta, 79, cuando se necesitaban 152, la mitad más uno de los integrantes de ese órgano. Lo que pasó ayer no es novedad: desde hace casi una década, cuantas veces se ha planteado la elección de Defensor, tantas veces los apoyos han sido insuficientes. Y no es porque los candidatos no fueran personas de valía reconocida para ejercer la función de "velar por el respeto a los derechos y las libertades de los profesores, estudiantes y personal de Administración y Servicios", que es la función primera del Defensor, sino porque para su elección se exige no la mayoría absoluta de los votos, sino la mayoría absoluta de los claustrales, de modo que Olivares sólo hubiera sido elegido ayer si lo votan todos los claustrales menos dos. Se trata de unos requisitos que ni siquiera se exigen para elegir al rector y que resultan desproporcionados. Es hora de estudiar un cambio en la fórmula de elección del Defensor porque no tiene sentido someter a votación la elección de una figura que tiene muy escasas posibilidades de salir elegida.