No es la primera vez que el bolivariano Hugo Chávez es sospechoso de dar cobertura a la banda terrorista etarra, bien facilitándoles asilo o bien adiestrándoles a sabiendas de que se les está preparando para perpetrar nuevos atentados; si esto se confirma, sería inadmisible pero todavía sería más lacerante al proceder de un país hermano como el venezolano. Soy de la opinión de que ante un ultraje de tal calado, de una traición de tales dimensiones hay que actuar de inmediato, demos un golpe en la mesa y rompamos relaciones diplomáticas con el judas que nos ha traicionado y cuando finalice su mandato, ya hablaremos de si reactivamos o no contactos. Sé que esto traerá consecuencias económicas para los intereses españoles en Venezuela, que no son pocos, pero ante situaciones tan vejatorias, hemos de abrazar medidas ejemplares para dejar meridianamente claro que con ciertos asuntos, como lo es el terrorismo en España, tolerancia cero.

Para más inri, parece que es el Gobierno venezolano el agraviado, negándose por ejemplo a desfilar con la bandera de su país en el Día de las Fuerzas Armadas donde se conmemoraba los doscientos años de la independencia con el insostenible pretexto de que su abanderado se encontraba indispuestos. ¡Patético!

Juan Carlos López Santiago **

Jaraíz de la Vera