L 1as organizaciones ecologistas Greenpeace y Adenex apuntaron el martes la posibilidad de que el futuro cementerio de residuos nucleares se podría poner en el pueblo cacereño de Mesas de Ibor. El Gobierno tiene pendiente construir una instalación que albergue, durante los próximos sesenta años, los desechos de las centrales nucleares, para lo cual se ha creado una comisión en el Congreso que estudia qué características son las más idóneas para construir el cementerio y qué condiciones debe reunir el emplazamiento. Aunque la decisión urge --se habla de que debe estar listo el 2010-- porque algunos de estos residuos se encuentran en las centrales nucleares y las piscinas donde se guardan están cerca del límite de capacidad, las dos organizaciones ecologistas plantean un escenario que es difícil de creer. Dicen que Mesas de Ibor puede albergar el cementerio porque lo ha pedido. Con independencia de que esta información ha sido desmentida por el alcalde y por la Empresa Nacional de Residuos, Grenpeace y Adenex vienen a sostener que ese cementerio será una especie de subasta entre los municipios que quieran acogerlo, y que se pondrá siguiendo antes criterios de demanda municipal que otros de orden técnico y de seguridad. Si fuera así, España dejaría de ser un país serio y pasaría a estar incluido entre los irresponsables. Habrá muchos pueblos que querrían ese cementerio porque, a cambio, les reportaría 12 millones de euros anuales, pero pensar que la adjudicación se hará en atención a las ganas que un pueblo manifieste por tener ese cementerio y como si ninguna otra administración tuviera algo que decir ni otros criterios que manejar es irreal.