TAt tenor de los últimos acontecimientos es aconsejable que pensemos por qué se centra la atención en asuntos que podrían pasar como meras anécdotas. Y por qué aquellas realidades con una verdadera magnitud social, pasan desapercibidas.

En ocasiones, parece complicado diferenciar entre lo urgente y lo importante. Y por lo que estamos viendo, ni lo primero ni lo segundo.

Hay muchas más noticias de las que salen en los informativos de medio día. Ahí solo vemos los que las diferentes cadenas pueden o quieren transmitirnos.

A escala internacional sorprende que la violación masiva de mujeres en Colonia no sea noticia de portada. Es más no entiendo como no han sido visibilizados tales actos reprobables y mezquinos, y sí lo sean los chascarrillos sobre la indumentaria de diputados.

No entiendo como en Extremadura no se habla de lo realmente importante, que son las bases para una buena negociación, pero sí nos quedemos con la foto de la reunión.

Lo urgente en estos momentos es pasar de la anécdota a lo crucial. Lo urgente es hacer fuertes los valores de nuestra Constitución, aquella que algunos prefieren obviar en sus juramentos institucionales. Lo urgente es dejar la campaña electoral atrás, para pasar al diálogo y al entendimiento.

Lo urgente es iniciar un mandato con normalidad, garantizando la estabilidad a los ciudadanos. Lo urgente no es el protagonismo de portadas e imagen del día, sino el trabajo a fondo para que los retos comunes, enmarcados en el consenso, sea la realidad de nuestro país.

Cantaba Fito&Fitipaldis : "Ojalá me hubiera dado cuenta antes. No siempre lo urgente es lo importante". Pero es que además ahora, coincide que lo urgente es lo más importante.

La política es el espacio donde hay que buscar las soluciones. No los problemas. Si hay un congreso más plural, urge que se demuestre a la sociedad que esa pluralidad no significa atasco, sino todo lo contrario.

Empecemos a desechar la cáscara y centrémonos en el fruto, en lo verdaderamente importante, porque mucho me temo que de seguir por el camino equivocado, se dañará hasta la propia semilla que germinó un 6 de diciembre de 1978.