No basta con ser homosexual: hay que parecerlo. Y si no, ahí está el joven afgano a quien Austria le ha denegado asilo por considerar que «no parece suficientemente gay». Es verdad que de Austria se puede esperar cualquier cosa, pero cuesta imaginar un organismo público dedicado a evaluar si un refugiado es homosexual o no, y que el criterio sea que «lo parezca». Pero existe. Y los funcionarios allí empleados, y dedicados a tan delicado oficio, han resuelto que no procede el asilo, dado el motivo. Y así se lo han hecho saber: «la manera de caminar de usted, su actitud y su forma de vestir no dejan entrever en absoluto que usted pueda ser homosexual», según el informe que le han enviado. Hay que reconocer que deben de ser unos funcionarios muy experimentados, dada la seguridad con que diagnostican que si alguien no parece homosexual, o no lo suficiente, es porque en realidad no lo es. ¿O quizá le habrán hecho también alguna prueba sexual?

Los funcionarios tienen otras pruebas. La más esclarecedora es que «los homosexuales son más bien gregarios», según el informe, mientras que el joven afgano no solo «tiene pocos amigos» sino que «suele salir solo». Tranquilícense los solitarios: no habrá Austria que les acuse de homosexuales. Pero lo definitivo para quienes se dedican a sexar refugiados en Austria es que el joven afgano «tiene un potencial de agresión que no cabe esperar de un homosexual», ya que ha tenido peleas con otros chicos. Tranquilícense también los pacíficos: tampoco habrá Austria que les dé de hostias. Y, hablando de hostias, el joven homosexual miente al afirmar que ha besado asimismo a chicos no homosexuales, porque, de haber sido así, dice el informe: «habría recibido una paliza tremenda». ¿Más pruebas?

Basta con la conclusión del informe: «al no ser usted homosexual, no tiene nada que temer si regresa a Afganistán». Está claro. Con llegar a Kabul, por ejemplo, y decir que Austria no lo considera homosexual, o al menos no lo suficiente, asunto resuelto. Ya no deberá temer formar parte del paisaje de grúas con homosexuales ahorcados que es el ‘skyline’ de Afganistán.

* Funcionario