El desafío, el reto, el objetivo para el año 2019 es conseguir un tren digno. O indigno, que una no sabe ya donde comienza y dónde termina la dignidad de un medio de transporte que no transporta. En cualquier caso que llegue a destino en hora, y ya nos ocuparemos del color del tapizado de los asientos.

Bienvenidas sean las muestras de condolencia, vengan de quien vengan. Agradecemos que nos acompañen en el sentimiento, que empaticen, que califiquen de inadmisible la situación que sufrieron, que sufren, los viajeros y la falta de oportunidad para el que no viaja o transporta. No iniciemos la búsqueda de responsables, gracias. Esa fase ya pasó. Los extremeños estamos cansados… y mira que es tanta la paciencia que nos caracteriza que raya la indolencia. Estamos hablando de dinero. Sencillísimo. Y el dinero para el tren lo tiene que poner, salvo que nos indiquen lo contrario en una sola frase, sin artificios, el gobierno central. Y se escriben la cifras en los Presupuestos Generales, esos que van a Consejo de Ministros el viernes. Y para aprobarlos hacen falta los votos de diputados en el Congreso. Son 350.

¡Estamos de suerte! porque a Extremadura le corresponden 10 diputados, es decir 10 votos. Son 5 de diputados que fueron en las listas del PSOE, 4 en las listas del PP y uno en la lista de Podemos. Son los diputados que elegimos los ciudadanos cuando hay Elecciones Generales para que defiendan los intereses de los extremeños en las decisiones nacionales. Lo tenemos fácil: el tren.

No crean que son pocos, son 10, aunque no sepan sus nombres y no sepan de sus actividades por Extremadura porque en ningún medio se les oye, ve o lee.

Miren si son bastantes, que son más que los 9 diputados de Esquerra Republicana de Cataluña, entre ellos Gabriel Rufián o Joan Tardá. Y son más que los 8 de Convergencia Democrática de Cataluña, entre ellos Fransec Homs y los compañeros de Puigdemont. Y suman más que los, discretísimos, 5 del Partido Nacionalista Vasco, entre ellos Aitor Esteban ¡esos son unos fieras de listos! Y suman más que una diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, y otro diputado de Nueva Canaria, Pedro Quevedo.

No creo preciso recordar lo que estos veintipocos diputados, de un total de 350 que tiene el Congreso, han conseguido, en términos económicos, para todos los ciudadanos de sus…digamos… territorios, es decir País Vasco, Cataluña y últimos incorporados Islas Canarias. Además de la posibilidad de poner en jaque permanente a los gobiernos de cualquier ideología por dinero.

Sin duda son diputados muy rentables para sus electores. Son menos y obtienen más euros con los que hacer políticas. La política cada vez se parece más un mercado, ese es también el tablero de juego. Es esencial que los intereses de los ciudadanos se defiendan en las tribunas, con movilizaciones, con la palabra y luego …lo importante, lo que remata: el voto del diputado. Hay que exigir a las personas adecuadas en los momentos oportunos. Todo lo demás es política vacua, pero para el tren urge el dinero presionando con el poder del voto. Algunos a este arte lo llaman diálogo.