Es muy importante leer, formarse y, principalmente, respetar a todos. La hipocresía, la prepotencia y la imposición arruinan la convivencia originando odios y guerras. ¿Por qué no se facilita a los ciudadanos enriquecerse intelectualmente para conseguir ser más libres y así poder diferenciar lo que es mejor para todos en una convivencia en común? En todos los ámbitos donde anduve, evité y contuve la imposición, la intransigencia, la sumisión y la falta de coherencia y libertad. Enseñé a mis miles de alumnos el grandísimo valor que tiene el diálogo y el respeto a todas las ideas y creencias; de esta forma, siempre se llegará a una convivencia en paz. El psicólogo y escritor americano Wayne Dyer (1940-2015) decía: «Cuando cambiamos la manera en que miramos las cosas, las cosas que miramos cambian». La tergiversación, los intereses espurios... Hay muchos personajes que piensan en su poder y gloria y rompen el sentido de la democracia para conducirla en una partitocracia o dictadura falsificada. Estamos en una sociedad donde se trata al ser humano como un simple objeto de consumo y se le ensambla en necesidades ajustadas siempre a un poder que suscita al individuo ataduras y angustias. ¿No es posible, por el bien de las futuras generaciones, controlar de forma inteligente y justa lo necesario para poder cambiar esta sociedad donde lo más importante es el tener y el consumir?

SACRIFICIO DE PERROS

Escuchar el corazón

Albena Branimirova

Adiestradora canina

En referencia a la propuesta de Vox Zaragoza y de su portavoz municipal, veterinario de profesión, que dijo que los perros enfermos y con problemas de conducta deberían ser sacrificados por suponer un coste elevado para la sociedad, quiero decirle que en Bulgaria, mi país, el sacrificio en las perreras es cero.

Mi perro no tenía raza, era viejo y estaba muy enfermo; tenía problemas de conducta debido al estrés por estar en la protectora, a pesar de que estaba muy bien cuidado. Mi perrito llevaba nueve años en el refugio, pero esos nueve años no suponían ningún coste. Mi perro, señor veterinario, solo quería vivir y que alguien confiara en él. Que alguien viera más allá de su edad, sus enfermedades y su comportamiento para que él pudiera mostrar lo bueno y fiel que era. Esto es lo que necesitan todos estos perros que usted quiere matar, comparándolos con la basura. Mi perro era mi vida y valía mucho más de lo que usted, con su percepción de los valores humanos, puede imaginarse.

Tenía un tumor cerebral que le provocó un brote unos días antes de cumplir sus 15 años. Ya no podía más. Antes de decirle adiós quise escuchar su corazón. Un corazón como ningún otro. Un corazón de perro. Lo más fiel y bondadoso que existe. Un corazón que lo único que conocía era querer. ¿Y sabe qué escuché? Pues escuché: «Gracias por haber confiado en mí y dejarme quererte».

Ojalá usted algún día pueda escuchar lo mismo, porque ese día su vida cambiará.

PENSIONES

Injusta revalorización

Joan Sada

Jubilado

La revalorización de las pensiones es injusta. En la pensión máxima, el aumento será de 23,93 euros mensuales; en la mínima, de 5,74. Teniendo en cuenta que el aumento de los precios es igual para ricos y pobres, resulta totalmente injusto que en una revalorización de las pensiones quienes más cobran, más aumento reciban. Ahora que tenemos un vicepresidente que va a encargarse de derechos sociales, sería interesante que dedicara algún momento de sus labores a examinar esta desigualdad en el reparto del dinero que el Estado dedica a la revalorización de las prestaciones por jubilación.

Este dinero, repartido de forma igualitaria entre los más de 9,5 millones de pensionistas, sí sería de justicia social. De todos modos, lo más justo hubiera sido mantener para las pensiones mínimas, y las de viudedad y orfandad, el 3% que se aplicó en los dos años anteriores, uno con Rajoy y otro con Sánchez.