TEtstimado señor presidente de la Junta:

Su presencia en la inauguración de Agroexpo casi me chafa la carta que le tenía escrita esta semana, para comentarle el poco ambiente que observo en torno al referéndum de la Constitución europea y que, en mi manera de ver como extremeño de pueblo que soy, es tan importante para regiones como la nuestra. En honor a la verdad, don Juan Carlos, no fue su presencia sino sus declaraciones a los periodistas. ¡Se puso usted a varear olivas y no dejó títere con cabeza! Eso sí, sus oponentes políticos quedaron compuestos, sin novio y descolocados, al comentar usted el acuerdo firmado por su consejero de Agricultura y el Gobierno de Madrid en el precio que recibirán los olivareros por hectárea, que triplica las previsiones y supera ampliamente lo que pedía el sector. ¡Así se gobierna!

En Feval, estimado presidente, repartió usted a diestro y siniestro. Me gustaría decirle, con todo respeto, que no estoy de acuerdo con sus juicios sobre el trato dado al presidente de la comunidad vasca en el Parlamento, incluido lo de la alfombra roja que, por cierto, nada le pega al vasco de orígenes eclesiasticoburgueses. A un jefe de gobierno de cualquier comunidad hay que darle un trato así cada vez que acuda a la casa de los diputados elegidos por el pueblo. Me imagino que usted firma esto. Quizá su crítica y el tono en el que la dijo, quería reflejar la desigual vara de medir a los presidentes autonómicos según la región a la que representan. Si es éste el caso, yo estoy con usted y se me pone su misma mala leche cuando observo esas bajadas de pantalones. Yo creo, don Juan Carlos, que algo debe haber hecho mal Ibarreche para ser tan famoso estos días. Creo que la potente burguesía a la que representa y encarna, le obligó a viajar a Madrid buscando un victimismo que pueda darle votos en las próximas elecciones vascas, convocadas un segundo después de su derrota madrileña ¡Ya veremos la cosecha que recoge su talante intimidador y su plan cuando voten los ciudadanos residentes en las provincias de aquel rincón de España!

Pasado este episodio nacional, creo yo que debe usted dedicarse intensamente a pedir el sí de los extremeños para el referéndum de la Constitución europea. En estos últimos años, la vieja Europa ha demostrado que quiere y respeta a Extremadura. De los vecinos más cercanos, si por ellos fuera, nada recibiríamos, don Juan Carlos. Si acaso disgustos y alguna ofensa, de vez en cuando. Le saluda, con respeto, atentamente.

*Periodista