El pasado domingo 3 de marzo, el Periódico Extremadura publicó un interesantísimo artículo de Ramón Lobo en la sección Internacional, que a buen seguro el lector fiel habrá leido con atención y cierta preocupación. Vaya por delante que en Venezuela se dan, desde hace tiempo, serias anomalías democráticas que reclaman la intervención de la comunidad internacional para, de manera pacífica, ser subsanadas preferiblemente en un futuro cercano.

También es cierto que por su ascendencia, España debe asumir el reto de convertirse en un actor fundamental como moderador, sin caer en la tentación de injerir en asuntos de otro estado soberano. Lo que no es de recibo para la ciudadanía española, desde mi humilde opinión, es que se trate esta cuestión como si no existieran problemas en otros países además de Venezuela.

No nos cuentan absolutamente nada de la situación de otros países hispanoamericanos que atraviesan crisis humanitarias tan virulentas, o más si cabe, como la sufrida por el pueblo venezolano. ¿Dónde está la información sobre otros países hermanos como Honduras, El Salvador, Guatemala u otros? Me pregunto si la existencia de enormes cantidades de petróleo en Venezuela tendrá algo que ver con la constante presencia de este país en los medios y en las agendas de ciertos partidos políticos. Citando a Marco Aurelio: «Todo lo que escuchamos, no es un hecho. Todo lo que vemos es una perspectiva, no es la verdad».