Quiero describir en estas líneas el periplo padecido durante los días que estuve ingresada en mencionado hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres. Vaya por delante mi agradecimiento al personal médico de la planta de ginecología por el exquisito trato dispensado.

Dicho lo cual expongo lo siguiente:

El día 24 de julio entro como paciente para ser intervenida al día siguiente de un cáncer de mama. Cual fue mi sorpresa cuando al ser ingresada en referido hospital, en lugar de derivarme hacia el ala de ginecología, como sería lo correcto, lo hacen en el ala de tocología. ¿Motivo de tal acontecimiento? Estar cerrada el ala de la segunda planta correspondiente a la especialidad de ginecología. Al parecer llevan tres años cerrándola durante los meses de verano, sin que, hasta la fecha, sepa el razonamiento que lo motiva. Traten de imaginar el transtorno que conlleva.

En mi caso el transtorno fue el ser trasladada hasta seis veces de habitación, incluyendo en alguna de ellas el cambio de planta. Traten de averiguar qué impotencia se siente cuando al ser operada de cáncer de mama se es trasladada a la sexta planta, cuya especialidad es traumatología. Cuando en el cambio de una cama a otra, al serlo por personal no perteneciente a ginecología, se me sale el tubo de drenaje y, como consecuencia de ello, alargo en dos o tres días mi estancia en el hospital.

Mi carta va dirigida a usted, Guillermo Fernández Vara. A usted por ser el máximo responsable de la Consejería de Sanidad y Consumo. A usted, para que aplique lo que determina la Ley 16/2003, de 28 de mayo, de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud en sus artículos 28.1 y 29, "las comunidades autónomas garantizarán la calidad de las prestaciones sanitarias, y estas garantías de seguridad y calidad serán aplicables a todos los centros, públicos y privados, siendo responsabilidad de las administraciones públicas sanitarias, para los centros de su ámbito, velar por su cumplimiento." Señor consejero, vele usted por ello.

L. V. E. **

Cáceres