Son apasionantes las polémicas de este verano. Lo es la marcha de Don Juan Carlos y si ha acertado como hijo y como gobernante Don Felipe dejándole ir o más bien aceptando la invitación del Gobierno a que pusiera tierra, mar y aire de por medio, como si en este mundo globalizado sirviera para algo alejar territorialmente a alguien indeseado, para hacer desaparecer el mal fario. Hay muchísimo español y española además con memoria que admira al rey emérito y al que le escuece esa condena sin juicio y ni siquiera imputación.
Un culebrón adictivo es la imputación de Podemos, la presunción de inocencia que a otros niegan o el argumento de que sus vergüenzas aireadas pretenden tapar las de la monarquía y no al contrario. Algunos vengativos jalean los escraches sufridos por la pobre familia acosada y la animan a tomar de su propia medicina, mientras otros aprovechan para defecar por este motivo sobre toda la derecha diabólica.
Continúa siendo indignante, vomitiva, escandalosa y vacía de toda ética política según la cual el gobernante está para velar por sus gobernados, por su salud y por su bienestar, la postura del inhabilitado Torra y su parodia de Generalitat, que en plena pandemia y con unos datos escandalosos, como escandalosos lo son en toda España, la verdad, convoca un pleno para reprobar al rey y pedir su abdicación, en lugar de rendir cuentas de una gestión nefasta. Cegatos y sectarios hasta la cárcel, la enfermedad y el sufrimiento letal de su gente, Dios no lo quiera.
Sigue siendo un esperpento la actuación del coordinador de pandemias, que encuentra que no estamos mal del todo con 16.000 contagios en un fin de semana, si es que recuerdo bien, porque el baile de cifras sigue su danza, que salió a surfear sin mascarilla cuando la recomendaba a todos los españoles y que ni siquiera recuerda el hombre que Rusia es Rusia.
Una, por su parte, intenta desconectar sin éxito y tiene las polémicas aparcadas, angustiada como docente por la llegada inminente de un septiembre más incierto si cabe de lo que está siendo este verano. H
