Catedrático

de Sociología

Tras la lectura de la última encíclica sobre la eucaristía de Juan Pablo II, francamente decepcionante, contemplo, subyugado, la fuerza de este anciano con dificultades de elocución, en silencios difíciles de llenar por los comentaristas de La 2, la noche del Viernes Santo en Roma. Como cada año, la gente escuchaba boquiabierta a un Papa balbuciente improvisar sin leer y exclamar, sacando fuerzas donde ya no quedan: "Misterium fide. Ecce Lignum crucis, salus mundi" (Misterio de la fe. He aquí el leño de la cruz, la salvación del mundo).

El sociólogo se pregunta dónde está la última verdad de este Papa: si en sus encíclicas o en sus palabras televisadas. El lector, seguro, ya sabe mi respuesta. ¡Qué energía! ¡Qué fuerza interior!