"Hay que combatirlos hasta acabar con ellos". Lo dijo, claro y alto, el Rey. Víctimas jóvenes, inocentes, inmoladas. No hay que olvidarlas nunca. Las víctimas son la clave. Antonio Beristaín, ese jesuita inmenso que tanto ha hecho por el reconocimiento de los derechos victimales, lo dice, citando unas palabras de Benedicto XVI: "La grandeza de la humanidad está determinada por su relación con el sufrimiento y con el que sufre. Una sociedad que no logra aceptar a los que sufren y no es capaz de contribuir mediante la compasión a que el sufrimiento sea compartido y sobrellevado también interiormente, es una sociedad cruel e inhumana".

La justicia de las víctimas, los derechos victimales por los que viene dando su vida personal y académica Antonio Beristain, deben ser puestos en vanguardia de la lucha contra los terroristas. Es el homenaje que les debemos permanentemente a ellos y a sus familias. Sólo viendo el problema desde el punto de vista de las víctimas llegará la justicia.