Estudié Psicología en la universidad francesa Paris 7 del 2012 al 2017: un grado en Psicología y un máster en Psicología y Psicopatología clínica. Estos estudios incluían más de 1.200 horas de prácticas, que realicé en tres centros hospitalarios parisinos de referencia. Tras acabar mi formación volví a Barcelona para ejercer la profesión que tanto me apasiona y lo único que me encontré fueron trabas y obstáculos.

Después de que la Consejería de Educación me derivara al Ministerio de Educación, solicité una «equivalencia a ramas de conocimiento específico» del grado cursado para colegiarme y ejercer en España.

En noviembre del 2017, en la sede del ministerio en Barcelona, presenté toda la documentación necesaria. Me informaron de que el trámite podría tardar entre ocho meses y un año.

Tras ocho meses de espera, en los que tuve que buscar trabajo en territorio francés como única vía para poder ejercer, traté de averiguar cuál era el estado de mi expediente. Después de varias llamadas, el ministerio me comunicó que la única manera de saberlo es a través de correo postal. Escribí varias cartas sin obtener respuesta.

Tras más de 15 llamadas al ministerio, una de las funcionarias me informó de que podía ver las modificaciones de mi expediente a través de la sede electrónica. Allí es donde vi, el 8 de diciembre del 2018, que la última modificación de mi expediente fue el mismo día en que entregué la documentación. Es decir, que tras más de un año, mi expediente no ha empezado a ser tramitado por el Ministerio de Educación. Interpuestas dos quejas formales, la desesperación me lleva a preguntarme cuánto tiempo más seguirá el Ministerio de Educación paralizando mi vida profesional de esta manera.