Cualquier persona que visite el Museo Británico, considerado por muchos como uno de los primeros museos del mundo, por los fondo que alberga y por el momento de su apertura, con más de ocho millones de objetos procedentes de todos los lugares de la tierra, puede comprobar que en el mismo se halla lo mejor del patrimonio histórico artístico que la humanidad ha sido capaz de crear a lo largo de la corta, pero intensa presencia del hombre sobre este planeta.

Allí existen restos de los seis o siete continentes, (la comunidad científica todavía no parece ponerse de acuerdo en cuántos son), y lo mejor de las civilizaciones egipcia, griega, romana, etrusca,... repartidos por las distintas salas del viejo museo que hace pocos años rejuveneciera el arquitecto Norman Foster, creando en el atrio del edificio la mayor plaza cubierta de Europa. Diferentes objetos y obras de arte que van desde la prehistoria hasta nuestros días, pasando por la edad media y el renacimiento, permiten en una visita descubrir la historia de la cultura humana desde sus orígenes hasta la actualidad.

Allí es posible encontrar objetos o referencias a cualquier lugar del mundo, y uno siempre se plantea una pregunta: ¿qué habrá de Extremadura en ese museo?. Pues bien, hace dos año me quedé absolutamente perplejo al ver que en la parte dedicada a la Antigua Europa, así se llama la sala, aparecía reproducida la estela de Solana de Cabañas, que describiera en 1898 Mario Roso de Luna y que se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional en Madrid. Pensé que debería ser algo provisional, y lo comenté con los compañeros que en aquellos momentos trabajábamos en la candidatura para tratar de conseguir que Villuercas Ibores Jara se convirtiera en el primer geoparque extremeño, era un trozo de nuestra tierra en el segundo museo más visitado en el mundo, con más de siete millones de visitantes cada año.

ESTA NAVIDAD he vuelto a Londres y era visita obligada el British Museum, para ver si aún se mantenía la referencia a la estela de Solana en la vitrina, y allí estaba, rodeada de lanzas, espadas y escudos de los representados en la misma, con un texto en inglés que dice: "Dibujo de una lápida de piedra de Solana de Cabañas (España), muestra una figura humana con el equipo de un guerrero que incluye un carro. Basado en el dibujo reproducido en símbolos e imágenes de guerreros de la Edad de Bronce Europea. RJ Harrison "

Hice la correspondiente colección de fotografías y la autoestima me subió al ver que allí, en aquel gigantesco museo, seguía estando un trocito de Extremadura para el mundo. Ya sé que alrededor de este museo, como de otros grandes museos de antigüedades, se sigue manteniendo la polémica sobre la obtención de ciertas obras de arte, ya que muchos sectores lo consideran un expolio, pero a mi me parecía que no quedaba mal ver en la cercanía de la célebre piedra de Roseta una referencia a las Villuercas.

Otro día visite el Museo de Historia Natural de Londres, el más importante del mundo en su género, con un objetivo: seguir el rastro de un fragmento del meteorito que el 19 de junio de 1924 cayó en las cercanías de Olivenza, y que, según la bibliografía de la época, había ido a parar a este museo, pero esta será otra historia.