WEwTA hizo estallar ayer un coche bomba en Getxo e hirió a una ertzaina. Este atentado nos recuerda a todos que aún no hemos entrado en un proceso de paz, aunque se haya abierto su posibilidad con la propuesta de Batasuna de "desmilitarizar" el conflicto vasco, acogida como un paso esperanzador.

La táctica de ETA no es nueva. Esta vez el atentado sucedió sólo dos días después de que apoyase, a través de un comunicado, la oferta de negociación de Arnaldo Otegi. En noviembre pasado, el mitin en el que Batasuna esbozó su proyecto también fue seguido por una breve campaña de artefactos. ETA intenta demostrar así que continúa existiendo y que podría matar, para que cualquier conversación se desarrolle condicionada por su amenaza. Es inadmisible. El Gobierno y los partidos democráticos deben reiterarle que sólo se empezará a hablar si callan las armas. Y hasta ese momento la policía y la justicia han de seguir actuando.

Todavía no ha empezado un proceso negociador, sólo se ha abierto un camino. Batasuna y ETA tienen ahora la responsabilidad de conseguir que sea transitable. Para ello han de reconocer la incompatibilidad de poner bombas y aspirar a sentarse a una mesa para dialogar.