El primer ministro de Rudia, Vladimir Putin está siempre tensando la cuerda de las relaciones con los países de la Unión Europea. La última vez ha sido a cuenta del gas, cuyo suministro ha cortado con el pretexto de su --¿artificial?-- conflicto con Ucrania. Lo que quiere Putin es que los europeos no dejen de recordar que un producto tan básico como el gas está sujero a su capricho.