TLta Europa que nos acogió como trabajadores sin cualificar en los años sesenta y setenta del siglo XX, es ahora nuestra casa común a la que, con fuerzas renovadas, ilusionadas y firmes, volvemos a través de otro nuevo proceso electoral. Uno tras otro, han ido reforzando nuestro significado y nuestra importancia. ¡Qué lejos quedan ya los tiempos aquellos en que Francia, Alemania, Gran Bretaña... nos recibieron a regañadientes porque nos necesitaban para fregar sus calles y sus suelos, para servir en sus restaurantes y hoteles, para bajar a sus minas y manejar sus herramientas imponentes! ¡Cuánta soledad e incomprensión sufrieron tantos de los nuestros en aquel amargo peregrinar en busca de la subsistencia y el ahorro que permitiera el retorno viable a los orígenes!

Pero ahora, con las elecciones del 13-J, volveremos en nuestra posición justa de primera, en nuestro estatus duramente ganado de pueblo importante y respetado. Mucho nos jugamos con esta nueva vuelta, con esta renovación de nuestra europeidad. En la participación de todos está que las expectativas se cumplan, con la participación y el interés renovado de cada uno de nosotros. No sólo se trata de votar , sino de preceder ese acto con debates y propuestas que llevar a los órganos que tanto decidirán sobre nuestro futuro. En ello, todos tenemos un papel protagonista.

*Historiador