La Junta Electoral Provincial ha acordado levantar el secuestro del número 206 del semanario ´Voz Emérita´, que fue secuestrado el martes 5 por la Junta Electoral de la Zona de Mérida. El acuerdo de la Junta Provincial no puede ser más contundente: ninguna de las razones aducidas por el PP y acogidas por la Junta electoral emeritense para acordar el secuestro son de recibo, porque ni las informaciones consideradas vulneradoras del artículo 50 de la Ley Electoral lo son, ni la publicación es municipal. Además, el acuerdo del órgano superior también refleja que la decisión recurrida está dictada "con más celo y rigor que acierto" y que no justifica debidamente las razones jurídicas por las cuales se adoptó una medida radical como es el secuestro de una publicación, lo cual constituye una restricción del derecho fundamental a la información.

De este lamentable episodio se saca una conclusión y una duda: la primera es que la justicia funciona: un órgano se ha equivocado y el superior lo ha corregido. La segunda es por qué razón la Junta de Zona de Mérida, que decretó el secuestro en apenas unas horas, sin hacer indagaciones y, lo cual es más insólito en las resoluciones de los jueces, sin explicar los motivos jurídicos, no dictó un acuerdo de reforma inmediatamente después de que tuvo constancia que se había equivocado no en una interpretación del derecho, sino en el hecho objetivo que representaba que ´Voz Emérita´ no es municipal. ¿Por qué no lo hizo, por qué no restituyó sin dilación el derecho del semanario cuando pudo hacerlo ante una equivocación tan manifiesta? Una duda que ensombrece el proceder de ese órgano.