Lo siento de verdad, porque después de muchas horas de aburrimiento (¿pasa algo en Cáceres?) asomado a mi balcón, había llegado a la conclusión de que Hernán Cortés es una pista ideal para todo tipo de pruebas de velocidad. No he de insistir sobre el tema: el año pasado por estas fechas, dos días después de la publicación de un artículo sobre esta vía de mis entretelas, el señor alcalde, pura casualidad, me contestó con dichos y con hechos. Los hechos casi provocaron mi linchamiento por parte de algunos vecinos, industriales sobre todo, cuando suprimió los aparcamientos en la primera parte de la avenida, donde se circulaba y se circula con la moderación debida, que todavía es terreno de boxes, dicho sea en términos de circuito. También amplió, repintó y extendió las zonas de carga y descarga ya existentes, con vigilancia intensa, sobre todo al principio y con maldiciones, a partes iguales, al regidor de la villa y al que esto escribe, que también es Regidor, pero por sangre.

Peores fueron los dichos. Porque los hechos se argumentaban con el espectacular proyecto de transformación de la avenida de Hernán Cortés en ¡un boulevard! Y lo escribo así, en francés, porque uno es profesor de ello y, en consecuencia, sabe de qué va el palabro. O sea, dos grandes vías de tráfico con un paseo central. Un paseo, no esa jaula de grillos en la que nos tiene encerrados Fomento. Algo así como la avenida de la Montaña sin coches aparcados, vaya. Al borde del embeleso, ya me veía yo a Saponi convertido en Haussmann, el gran urbanista de París, el que creó los bulevares, aunque fuera con la aviesa intención de permitir el paso a grandes pelotones de policía para reprimir las revueltas populares. Ni por esas. Alguien cercano al alcalde me dijo que Cascos había contestado que su ministerio tenía otras prioridades. Se non ¨ vero, ¨ ben trovato, visto lo visto. Hubo otro dicho: en la esquina del Parque del Príncipe se construiría un aparcamiento público de no sé cuántos pisos, con terraza y cafetería en todo lo alto. Acabo de leer en este Periódico que se destinan 180.000 euros a adecuar la plataforma de aparcamiento de vehículos. Un año después, y para adecuar, no construir. Otra pena. EL PERIODICO dice que van a arreglar el pavimento de las calles por donde circule la Vuelta. No me dirán que no es una desgracia para esta carretera, circuito de alta velocidad, que no pase por aquí el pelotón. Al menos le echarían una capa uniforme de asfalto y se taparían esos retales como postillas que nos han colocado, auténtico peligro para las motos, que también tienen derecho, que también pagan. Puestos a soñar, a lo mejor pintaban los pasos de cebra con productos antideslizantes. Pero eso ya es para nota y queda mucho para las elecciones.

*Profesor